Ya pasó más de un año, que a muchas de ustedes, les envíe un escrito de Germán Dehesa llamado “ EL CANGREJO Y EL COLIBRI”; aquella ocasión permitió iluminar con un haz de ESPERANZA, la batalla que mi prima Yuli está librando contra su cáncer.
De ese texto recordado, me quedo muy grabada la comparación realizada del COLIBRI con nuestra fragilidad humana, pero también con el milagro de la grandeza que todos nosotros tenemos guardada. Y como se que en estos tiempos difíciles la melancolía y la reflexión fluye con relativa facilidad, me permití continuar con esa extraña relación que tenemos los humanos con el COLIBRI...
Las que entraban a sus clases de biología, seguramente recordaran que el COLIBRI es el pájaro más pequeño del mundo, de plumaje muy llamativo, originario de nuestro continente americano y la única criatura capaz de parar en seco mientras viaja a grandes velocidades, además de poder flotar o avanzar, retroceder, subir y bajar en el aire,y que vive muy feliz porque es amado por las flores, ya que como se la pasa chupando su néctar y anda con una y con otra, pues se convierte en el principal sospechoso de que los campos tengan miles de colores…
Pero no todo es bello en la vida del COLIBRI, además de ser frágil físicamente y muy feo cuando no está volando, suele caer en la depresión y sentir que su vida no tiene sentido, por lo que siempre está pensando como volar en busca de una nueva “belleza” de otra flor, lo que lo sumerge en un callejón sin salida, perdiendo el verdadero valor de las cosas importantes. ..
Por lo mencionado, anteriormente el COLIBRI es igual de confuso a como somos los humanos, tenemos la gran capacidad de amar, pero seguimos buscando otra nueva flor, que nos haga sentirnos importantes ante nuestra parvada (sociedad), perdemos nuestra magia del plumaje, cada que olvidamos que la mayoría de las veces lo importante es lo más sencillo de expresar, magia tan simple como la contenida en un abrazo, la que sale de una palabra escrita o la concedida cuando pedimos una disculpa.
Perdemos nuestra capacidad de volar a gran velocidad, cuando la apatía a las cosas nos gana, cuando preferimos aferrarnos a lo conocido por miedo a probar un futuro incierto, cuando pensamos que somos insustituibles y nos creemos superiores, solo porque tuvimos diferentes oportunidades; volvemos nuestras alas torpes y pesadas, con nuestra insistente forma de vida de acaparar miles de cosas, que terminamos sin ni siquiera saber para qué sirven. ..
Pocos se han dado cuenta que se puede flotar en el aire, se nos ha enseñado que la única grandeza esta en subir sin importar nada, resultando que cuando llegas arriba te das cuenta que la cúspide es igual de fría que el terreno bajo, perdiendo la ocasión de contemplar todas las cosas que pasaron durante el ascenso…
Estas analogías nos pueden resultar ya muy familiares, a diario nos llegan correos, que nos piden ser mejores, que perdonemos etc., tenemos acceso a libros de autoayuda en donde “ el ser mejores” se vuelve un asunto de estandarización de los sentimientos; religiones donde le endosamos a dios, nuestro futuro y las decisiones que tomamos, justificándolas con algo que no acabamos de comprender, en fin parece ser que todo esto ya los sabemos, es nuestra intención hacer un cambio algún día, y creemos que siempre tendremos el tiempo para lograrlo.
Pues aquí de nuevo nos equivocamos, o mejor dicho olvidamos donde estamos parados y que gira en torno a quien, cuando podemos hablar con alguien que sabe que la vida tiene su tiempo y que cada oportunidad se debe abrazar como si fuese ese primer amor de secundaria, nos podemos dar cuenta, que el COLIBRI es tan grande como el AGUILA misma, al
momento de luchar día a día contra un enemigo interior que es invisible y que por momentos pareciera ser también invencible, resulta que de nuevo somos COLIBRI que sube, baja, avanza y retrocede, pero no pierde la majestuosidad de su plumaje.
Y cuando sentimos, que es imposible cambiar el rumbo de la vida porque los vientos de la costumbre son demasiado fuertes para ser vencidos por un ave tan pequeña como lo somos nosotros convertidos en COLIBRIES, aparece nuevamente la palabra ESPERANZA como una virtud del hombre para confiar y tener la certeza de conseguir la vida eterna, en la mas divina de sus manifestaciones, que es el NACIMIENTO de un nuevo ser, renovando las fuerzas de la vida, con la garantía de perpetuar nuestra especie, como un libro en blanco por escribir nuevas historias y vivencias, con el sentimiento de haber sido el causante de que la naturaleza hiciera su mayor obra de perfección, con la oportunidad de enseñarle la vida de este mundo, de poder recordar cómo nos convertimos en lo que somos, de alguien nuevo que pueda cambiar lo que nosotros no he
mos logrado, con la sensación de que la vida es interminable a pesar de nuestros esfuerzos por hacerla cada vez más complicada y violenta, con la felicidad de haber aportado a este mundo a un ser que lo disfrutara como lo hemos
hecho nosotros
En días recientes estas ESPERANZAS han tomado un rostro, tienen nombre, y gracias a un RAUL ALFONSO -hijo de mi hermano Nambo y su bella Vanne-, a DIEGO –nuevo amor de Lore Martinez-, a los hermosos gemelos de Ale y Sabino, al “gordonchon” de mi amiga Paloma Acosta, a mi sobrino FRED, hijo de Iris y de mi hermano Fred Bernal de Tepic, a la bella JIMENA, hija de la beba y el mara, a DANIELA hija de Maricarmen Arriola, a los dos peques de Gaby Barrón y el buen amigo Carlos Godínez, al gordito jr hijo de Saraí Zenteno, a ISABELLA un linda pinponetita, al GORDO y LILI hijos de mi prima Yuli, a ARGENTINA hija de Gianni y a todos los demás hijos de mis amigos y conocidos que no menciono pero que tienen la misma dosis esperanzadora, solo queda por decir, que nosotros los adultos debemos mantener la confianza en estos nuevos seres, contemplar lo maravilloso que es la vida pero sobre todo mantener la ESPERANZA DEL COLIBRI…
Saludos
Carlos Aldaco.
NOTA 1. Existe una canción del cubano Silvio Rodriguez llamada ALA DE COLIBRI, en donde habla de la ESPERANZA que el colibrí bajo sus alas guarda a las personas que no son aceptadas por la sociedad, por ser diferentes, escúchenla, espero les agrade…
http://www.youtube.com/watch?v=loSDYXQiuWA
letra de la esperanza del colibri (Silvio Rodriguez)
Hoy me propongo fundar un partido de sueños,
talleres donde reparar alas de colibríes.
Se admiten tarados, enfermos, gordos sin amor,
tullidos, enanos, vampiros y días sin sol.
Ala de colibrí,
liviana y pura.
Ala de colibrí
para la cura.
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