Este fin de semana pasado, me cambie de nombre (y no precisamente por la cantidad de alcohol que ingerí, a veces me excedo), simplemente y pasando por alto todos los trámites burocráticos de adopción, mi hermano Oscar Torres y toda su familia me hicieron parte de ellos; así que de un momento a otro tuve una abuelita a quien festejarle sus primeras 75 primaveras (incluido mañanitas, pastel y gelatina ) y me encontré que tenía un tío preferido llamado Pancho pero mejor conocido como “el pachangas“ – mote ganado a pulso por su heroico desempeño en cada fiesta – y que había sido un gran apoyo desde mi infancia.
Mi estatus de hijo adoptado me permito hacerme por tiempo limitado de tres hermanos, tan distintos en sus formas de ser, como en las cosas que hacen, mientras uno es el mejor HAMBURGUESERO de la ciudad, otro es un abogado que mantiene el espíritu ferviente de la utopía mexicana, que pretende un país con oportunidades para todos, mientras vive del servicio público con todos los beneficios que esto conlleva y que van desde, el conocer al policía de la entrada del palenque, hasta el conseguir la patrulla del CERESO, para que llevarnos de regreso a casa, cuando coger un taxi se vuelve más difícil que encontrar un trabajo decente.
Y el último de ellos forjado y moldeado como los metales antiguos, a base de madrazos y retorcidas, con la influencia de sus múltiples viajes de cambio de vida, con el coraje y valor del que sabe que hay una sola oportunidad, que no se debe desaprovechar, porque puede ser la última o la que tanto se esperaba, hecho con su CORAZON FUTBOLERO (el cual compartimos a tope), y que ha pasado por las mil profesiones, cual película de Héctor Suárez, pero esta con final feliz, propio de la gente que es ganadora siempre y que se empeña por cambiar a base de ganas la historia personal y familiar – valor mas que meritorio en un país donde el fracaso es aceptado como mandato divino-.
Y todo esto tuvo un inicio (como deberían ser muchas cosas de la vida –los piscis creemos fielmente en esto y podemos morirnos tranquilos pensando así- ) a base de FE y CORAZON, un día EVA, mamá adoptiva de fin de semana y autora intelectual de lo que he escrito hasta ahorita, dejo su CIUDAD SAHAGUN (una ciudad mexicana ideal ubicada en el centro del país, que nuestra complicidad ciudadana y los sindicatos terminaron por dejarla así solo como un buen intento…) cuando su vida había terminado, pero ella contaba con menos de 30 años, tres hijos y toda la expectativa que la familia mexicana tiene sobre sus mujeres. No sé, si los nombres de cada quien, tengan que ver con el destino, los aztecas si lo creían pero en el calendario religioso español no les importa mucho eso, el caso es que mi mamá EVA haciendo honor a su nombre, TOMO LA MANZANA QUE LE CORRESPONDIA Y CUANDO QUISO ENTREGARSELA A SU ADAN ESTE NO ESTUVO A LA ALTURA DE SU GRANDEZA, a lo que sin agacharse y con el pesar que puede producir perder la historia que uno añoró, se fue a buscar su propio destino que la llevo a donde está en este momento, a una ciudad creada para gente que necesitaba renacer y que festeja cada año mediante una feria que es la más antigua de América, LA FERIA DE SAN MARCOS.
Amigas, ya sea porque la vida les cambio su historia soñada o por la necesidad de alcanzar sus anhelos y sueños, tengan que dejar el lugar donde habitan como lo hizo mi mamá EVA, dejando con ellos miles de historias y muchas personas que las quieren y las aman, háganlo con todo lo que su ser les de… porque en mi nueva familia todas las cosas “LAS HACEMOS CON CORAZON…”
Saludos. Carlos Aldaco.
NOTA 1. Vodkar, has librado todas las cosas difíciles, échale cabeza (que te sobra), y se que todo tendrá el resultado esperado.
NOTA 2. No crean en todos los dichos… ese que dice que desafortunado en el amor… afortunado en el juego… es mentira… me han puesto un rape en el casino…
NOTA 3. Quedan 2 fines en San Marcos, les recomiendo ir… sobretodo a los toros….
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